El día de hoy, nos han invitado a comentar un poco sobre el libro editado por la quincuagésima novena legislatura, “la toma de torreón”. Me voy a permitir hablar sobre algunos meses previos a tan importante evento sucedidos
hace ya cien años, el enfrentamiento militar decisivo en la revolución mexicana, que marcó a nuestro país, a nuestro estado y por supuesto a nuestra ciudad y a su gente.
Hoy tendré la oportunidad de narrar algunos de los hechos sucedidos en 1913 que dieron origen a lo que algunos denominan la batalla de Torreón importante acontecimiento sucedido el 3 de abril de 1914, a escasos 6 años y meses de haber sido elevada a ciudad nuestro querido torreón, que contribuyeron enormemente en el bien de nuestro estado y por supuesto de nuestro país.
Recordemos que en la hacienda de Guadalupe ubicada en nuestro estado Coahuila de Zaragoza, fue donde el varón de cuatro Ciénegas planteó a un grupo reducido, las estrategias que contenía su plan revolucionario.
Serían los estados de Coahuila de Zaragoza, Durango, sonora y chihuahua, los territorios desde donde se lanzaría la ofensiva al poderoso ejército huertista, que no solo contaba con el apoyo de la federación, sino también el de los gobernadores y grupos de elite del país.
En la segunda mitad de 1913, los decretos pre constitucionalistas, las órdenes y nombramientos de la primera jefatura, fueron la esencia que reflejaba la idea y visión de estado, que expresaba Carranza rodeado ya de un grupo de excepcionales.
Para fines de 1913, los planes y estrategias los ponían en condiciones muy diferentes y seguros estaban que pronto alcanzarían el objetivo trazado. Hasta aquí algunos de los hechos previos al enfrentamiento militar tan decisivo en la revolución mexicana: la toma de torreón.
Torreón, Coahuila tiene un lugar ganado en la historia de México, un lugar que por siempre será citado en los libros que cuenten o narren la historia de la Revolución Mexicana, la historia de los héroes, mujeres y hombres que ofrendaron sus vidas en la lucha por los ideales de un México mejor, de una nación con igualdad, democracia, justicia y estado de derecho para todos.
Victoriano Huerta presumía la plaza de Torreón y el resto de la Laguna, como una zona muy fortificada y segura, una región que por su ubicación, accidentados terrenos, cerros y las múltiples posibilidades de parapetarse, defender y prevenir con mucha antelación y alto nivel de seguridad las posiciones de los federales en control de la plaza.
Torreón representaba para las fuerzas huertistas un punto clave para el control militar del norte del país. Por ello, el general Francisco Villa decidió atacar y tomar este enclave, partiendo desde Chihuahua con todas las fuerzas disponibles a su mando; el contingente se desplazaba en una larga hilera de trenes, eran más de 14 mil soldados, ocho brigadas de caballería, una de artillería, y la sanitaria. Villa se encargó de elaborar un plan de avanzada y ataque meticuloso, preciso, y, sobre todo, sorpresivo, sus esfuerzos para impedir que la tropas de Huerta adivinaran sus planes dieron éxito, y esto le permitió arribar a la región sin mayores contratiempos, mermando de entrada las posibilidades de reacción y reagrupamiento de los federales para cuando se percataron de lo que iba a suceder.
Los enfrentamientos se sucedieron en forma progresiva por los territorios de Gómez Palacio, Lerdo, San Pedro y Torreón principalmente. Las batallas, hasta lograr la conquista de Torreón, fueron cruentas y brutales, los revolucionarios, en efecto, debieron enfrentarse a un muy bien fortificado ejército federal, que contaba además con armamento muy poderoso, como las ametralladoras que tantas bajas y heridos causaron.
Este libro editado por el Congreso del Estado, cuenta con las narraciones y aportes de John Reed (Portland, Oregón, 22 de octubre de 1887 – Moscú, 19 de octubre de 1920, autor de los libros “México Insurgente”, “La Guerra en el Este de Europa” y, “Diez Días que Estremecieron al Mundo”), célebre corresponsal de guerra que, como pocos, se dedicó a la misión de documentar la historia que hoy todos debemos conocer, retrató y conoció a muchos héroes y heroínas de la mayor gesta bélica de la era moderna de México, vivió y anduvo entre tronidos de cañones, ráfagas de ametralladoras, ensordecedoras explosiones de granadas, y sangre, mucha sangre derramada para alcanzar los ideales de la Revolución. Así lo plasma este libro; con precisión y una gran cantidad de datos enriquecedores, nos permite conocer hechos y eventos que no contienen todos los libros de historia, abordar la personalidad y pensamiento de ilustres personajes que participaron en las batallas que derivaron en la victoria de Francisco Villa al entrar triunfante a Torreón, Coahuila, lugar que Victoriano Huerta consideró, sería la muerte y fin de la Revolución, y al contrario, fue punto clave de partida y expansión del movimiento revolucionario.
Entre los hechos narrados en este libro, destaca el Parte del General Francisco Villa al General Venustiano Carranza con motivo de la Toma de Torreón, en fecha 3 de abril de 1914; en el cual relata al Barón de Cuatro Ciénegas:
“….Tengo el honor de poner en el superior conocimiento de usted que fui designado por varios jefes de brigada para tomar el mando de las operaciones en el ataque que realizamos a la plaza de Torreón Coah, defendida por las fuerzas federales e irregulares (colorados), sostenedores del usurpador Victoriano Huerta. Por datos completamente justificados supimos que la plaza antes mencionada estaba defendida por fuerzas en número de 4 mil hombres, inclusive los cuerpos de voluntarios denominados “DEFENSA SOCIAL”, formados con empleados, hacendados y españoles comandados por el general de Brigada Eutiquio Munguía, y por el brigadier Luis E. Anaya, así como por los irregulares Emilio Campa y Benjamín Argumedo, todos asesorados por el divisionario Ignacio A. Bravo. Por nuestra parte, el jefe de operaciones era el que suscribe, y de las diversas brigadas que tomaron parte en el combate, los generales brigadieres Tomás Urbina, Calixto Contreras, Eugenio Aguirre Benavides y Domingo Yuriar….” Hasta aquí una parte textual del relato que Villa le hace a Carranza sobre las acciones de la Toma de Torreón.
En el libro podremos apreciar infinidad de detalles desconocidos para muchos, así como los nombres de personajes y héroes poco conocidos, y algunos totalmente desconocidos; y sobre todo, el invaluable testimonio de los hechos de esta gesta heroica que formó parte de uno de los momentos más trascendentales de la historia de la Revolución Mexicana.
Amigas y amigos, la Toma de Torreón, los hechos previos que la motivaron, y los que vinieron después marcaron profundamente nuestra identidad como un pueblo de guerreros, de ciudadanos valientes dispuestos a luchar por las causas justas; por la libertad, la independencia y el derecho a una vida mejor. Hoy, los laguneros y los torreonenses podemos presumir un alto perfil de lucha, un espíritu combativo y una profunda vocación por alcanzar altos ideales. La Toma de Torreón es uno de los más importantes testimonios de estas virtudes inherentes a nuestro pueblo.
